¿Y si nuestro peque se lanza al agua?

Uno de los mayores miedos de los padres es perder de vista a los peques y que puedan caerse al agua… Ese fue el origen de nuestro traje y la idea que obsesionó a Julián Huertas, inventor de Ki-Flot, cuando su hijo pequeño Mateo con tan solo 1 año y medio cayó a la piscina; por suerte Rodrigo (el mayor) fue quien advirtió la caída gracias al ruido que provocó el peque al chocar contra el agua… Pero por desgracia sabemos que un descuido muy breve puede ser irreparable, en nuestro caso una llamada telefónica tuvo la culpa.

Desde entonces y hasta hoy sus esfuerzos se han concentrado en inventar y perfeccionar un sistema de aprendizaje acuático más seguro y natural que aporte tranquilidad a pequeños y mayores. Os recordamos que Ki-Flot NO es un salvavidas, pero puede aportar confianza y libertad en la mayoría de los casos.

Mira que sucede cuando lanzamos a un niño de apenas 3 años al agua con Ki-Flot: